jueves, 28 de marzo de 2024 18:27h.

Una auditoría revela que la ministra Montón pagó 24,5 millones sin contrato siendo consejera

Se compraron productos farmacéuticos y material sanitario por 24,5 millones de euros "sin el oportuno expediente de contratación y sin observar los principios de contratación pública"

Carmen Montón y Ximo Puig
Carmen Montón y Ximo Puig

La ministra de Sanidad, Carmen Montón, pagó 24,5 millones de euros de facturas sin contrato en el Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón durante 2017. El pufo ha sido destapado por una auditoría y deja en entredicho la gestión de la entonces consejera de Sanidad del gobierno valenciano.

La auditoría anual de la Intervención General de la Generalitat, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, estima que se compraron productos farmacéuticos y material sanitario por 24,5 millones de euros “sin el oportuno expediente de contratación y sin observar los principios de contratación pública”. Sólo 586.000 euros de los más de 25 millones gastados se gastaron tras “procesos administrativos amparados por la ley de contratos”.

La responsable de esta vulneración legal destapada por los auditores de las cuentas de la Generalitat valenciana es la hoy ministra de Sanidad, entonces consejera del ramo, Carmen Montón.

Las irregularidades detectadas en la gestión de la hoy ministra contrastan con la posición que Carmen Montón mantuvo cuando, nada más acceder al gobierno regional, denunció a la fiscalía que su predecesor del PP había pagado hasta 8,4 millones sin atenerse a la ley de contratos del sector público. Los 8,4 millones del PP se han multiplicaron por tres el último año de Montón antes de ser fichada por Pedro Sánchez como ministra de Sanidad.

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La práctica de abonar facturas sin contratos, tal y como publica OKdiario, es una práctica irregular habitual en el gobierno socialista valenciano. El año pasado, el PP puso en manos del Tribunal de Cuentas 259 expedientes, por un valor de 1.200 millones.

“Un Gobierno que gobierna a golpe de facturas sin contratos es indigno para seguir al frente de los intereses de los valencianos porque si tuvieran interés en respetar las normas de contratación pública, si quisiera darle acomodo legal, las sacaría a contratación pública”, manifestó Rubén Ibáñez, coordinador de Economía del Grupo Popular en las Cortes valencianas.

Enchufes y nepotismo

La ministra de Sanidad escribió, en su anterior cargo al frente de la consejería valenciana, un polémico historial entre acusaciones de enchufismo y endogamia. 

El caso más sonado fue el de su marido, Alberto Hernández Campa, fichado como gerente de Egevasa, empresa pública de aguas dependiente de la Diputación de Valencia y presidida por PSPV-PSOE.

Hernández Campa acabó dimitiendo a los tres días, sin llegar a tomar posesión del cargo, por la controversia generada y para “no perjudicar a la empresa ni al servicio público que presta”. Pero ni esa renuncia cerró la crisis institucional abierta en el gobierno valenciano. La vicepresidenta, Mónica Oltra, afirmó que la designación no era ética “ni estética”, mientras Montón -respaldada por el presidente valenciano, Ximo Puig- defendía el nombramiento de su marido asegurando que esta institución y la Generalitat corresponden a “ámbitos competenciales distintos”.